Blog

Ya no desayuno con la queja

Qué maravilloso fue el día que decidí no desayunar más con la queja.

Hemos normalizado y automatizado la queja como parte de nuestra vida sin darnos cuenta del daño que nos hace..¿Cuántos de nosotros empezamos el día dando gracias por tener un nuevo día para vivir?

O es posible que nuestra mente esté más acostumbrada a ir hacia esas quejas…

Piensa ,piensa que te dices por la mañana, … qué frio, qué calor, qué sueño, no quiero ir a trabajar, voy tarde, no tengo tiempo, otra vez caravana, …etc…etc…

y ya cuando llegas al trabajo…. ni te cuento.

El día que me di cuenta que la queja llenaba una gran parte de mi tiempo dije ¡Basta!

¿Cómo he podido acostumbrarme a esto? porque lo quisiera o no, la queja estaba condicionando mi día y mi vida.

Esa energía me estaba envolviendo de buena mañana  y no, por muy acostumbrados que estemos, eso no es sano, no resta energía, ilusión, la oportunidad de disfrutar, de que tu día sea diferente, de que pasen cosas diferentes.

Es muy importante para salir de la queja darnos cuenta de que estamos atrapados por ella y a partir de ahí irá perdiendo fuerza.

Ahora me despierto con gratitud, porque esa energía va a cambiar mi día y mi vida. Y así es…os lo aseguro.

Y tú ¿con quién desayunas?